Yo te quiero mi Candela,
niña que duermes dormida
y me pones en los brazos
un vinilo bien parido.
Eres como aquella hija
que soñé con mi Carlitos,
una hija de la luna
dormida en su cunita.
Me acarician tus manos
el maquillaje y te siento
tan viva como mis ganas
de ser la madre que tienes.
Te compré en ese link
que dejo para que otras
mamás disfruten mi nena.